Sus hallazgos resaltan los beneficios potenciales del uso de estas bacterias para estimular el crecimiento de la quinoa en suelos con altos niveles de metales pesados.
La contaminación por metales pesados en suelos agrícolas representa un desafío significativo para la producción sostenible de alimentos y plantea riesgos para la salud humana al disminuir la calidad y seguridad de los productos. Estos contaminantes incluso pueden ser absorbidos por cultivos como la quinoa (Chenopodium Quinoa) un pseudocereal andino que cuenta con propiedades nutricionales y adaptación en diversas zonas agroecológicas.
Por esta razón, una investigación científica reciente liderada por la Dra. María Roxana Alvarado, recién graduada del Doctorado en Ciencias de Recursos Naturales de la Universidad de La Frontera, y guiada por su profesor tutor, Dr. César Arriagada Escamilla, ha propuesto una solución innovadora para este problema.
El estudio se centró en la encapsulación de bacterias de ambientes extremos como estrategia para mitigar y reducir la absorción de metales en plantas de quinoa. Particularmente, “A través del uso de bacterias tolerantes a metal(loid)es, ya que constituyen una herramienta potente en la biorremediación de ambientes contaminados por metales” según indicó la Dra. Alvarado.
Lo anterior, se debe a que su tesis, titulada “Encapsulation of bacterial consortia from extreme environments as a mitigation strategy to reduce the absorption of metal(loid)s in quinoa plants (Chenopodium quinoa Willd)”, identifica el arsénico, cobre y manganeso como metales que pueden acumularse en suelos agrícolas debido a diversas fuentes, como aguas residuales industriales, pesticidas y fertilizantes.
Finalmente, su investigación demostró un aumento significativo en la supervivencia bacteriana, hallazgos que resaltan los beneficios potenciales del uso de estas bacterias para estimular el crecimiento de la quinoa en suelos con altos niveles de metales pesados, que de otro modo podrían limitar gravemente el desarrollo de las plantas.
